Friday, December 10, 2004

:: b u r o c r a t i c s ::

Listening: Marylin Mason - The Nobodies

Mood: Tired




Hace tiempo que me faltaba tiempo o ánimo de escribir. Obvio, posponer algo sólo hace que el hecho de retomarlo se vuelva gigantesco.



Además de que todo el papeleo del servicio social ha sido complicado, molesto e inconcluso. Hace meses literalmente que acabé con eso, pero entre detalles burocráticos y complicaciones inverosímiles aún no queda el maldito proceso.



Bien, eso significa otra adorable vuelta a mi bien amada universidad al otro extremo de la ciudad. COmplicaciones inverosímiles descritas como, la máquina de instantáneas que necesitaba para completar el trámite se tragó mi dinero y me dejó viendo a la cámara 5 minutos en calidad de muppet. Que remedio.



Regresé al campus a encontrar todas las ventanillas cerradas, así que la opción no era mucha, regresar a casa.



Bien, ya estaba sintiendome bastante mal (el día anterior no paré con un trabajo para un amigo de Otto), maldormida y agotada, tuve una travesía de ida y vuelta cansada y cotidiana ya al CCH Naucalpan, también de ese lado del 'mundo'.



...regresa corriendo. Es tarde. Practica tu 'dodge' ya que hay demasiada gente en el metro, ociosa, sin prisas. Y alguien aquí "tiene que hacer ver pendeja a Ana Guevara" (frase de un amigo que me tuvo torcida de risa una semana). Sal del metro, corre a fondo las escaleras, sube los escalones de dos en dos, ignora la punzada en el costado porque no sabes como respirar mientras corres. Cuando llegas arriba, al final de ese tercer piso y corres desfalleciente hacia la salida del tunel, una oleada nueva de gente, lenta y vegetativa irrumpe en el espacio. Esquiva, gira, trastabilla y da brincos a los lados, para seguir avanzando, lo más rápidamente. Llegas afuera y el aire contaminado pero más frío que bajo tierra te da un segundo empuje. Cuando por fin llegas a tu punto de encuentro, te estan esperando ya, y prácticamente brincas al auto en movimiento...




Bono y yo llevamos a mi abuela al optometrista. Sus lentes no le sirven para ver y otros optometristas son muy caros. Además la Dra. es extraordinariamente amable y cálida. A veces, me sorprende la gente así. Que te hace sentir como alguien maravilloso y especial, que el mundo puede apreciar, en media hora de consulta no-psiquiátrica.



De ahí, de regreso a mi casa, democrático transporte colectivo de nuevo, porque Bono tenía mil cosas más que hacer. A estyas alturas, coni deficiente condición física, y todo el día de pie o corriendo sin parar, no sé como pude llegar a casa a arreglarme medianamente para un café por la noche.



Bussiness are bussines, but i's something very tiring.





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1 Comments: [Your Thoughts]

Anonymous Anonymous said...

Aventuras. Lindas aventuras que contar.

Saludos.

6:34 pm  

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