Friday, November 11, 2005

:: T E C . b u r g e r . f a i r ::


Listening: Eva Cassidy - Time After Time (4:00)
Mood: Amusedly sick© LolaArt.net


*nota: estoy reescribiendo todo el post, que se borró por un glitch del programa*


Sigo con mi genial gripa asesina, pero esta vez no fué idea mía el salir. Francamente, me dejé arrastrar y que remedio.

Todo comenzó con uno de los veitiúnicos mensajes que ha logrado llegar a mi celular. Sólo porque juro que Telcel es mejor que Movistar, no ando haciendo tonterías que podrían dejarme más incomunicada de lo que ya estoy.

El mensaje en cuestión era una cordial invitación a la feria de la hamburguesa del TEC de Monterrey, campus vayan-a-saber-cual pero esta rumbo a Xochimilco (deberían de ver que tipo de indicaciones doy para llegar a algún lado).

Obvio, tenía que ir con mi ... -Partner in crime- y le extendieron una cordialísima invitación a ir via MSN. Y es que Ana es la única que acaba por convencerme de que salga en santa y serena paz de mi casa.

Bueno, el caso es que mi feliz plan al respecto era ir por Ana saliendo del trabajo, de ahí pasar a la Facultad de Ciencias de C.U. y de ahí, lanzarnos a la Feria y chaka-chun... pero noooo, con mi suerte, todos mis planes se fueron de paseo a kukamonga e innevitablemente acabé cambiándolo sobre la marcha.

Para empezar, acabé viendo a Ana antes, como a las 11 am y no a las 4 pm como había pensado. Digamos que me convenció de las bondades de llegar temprano, para empezar las filas son muuuuuucho más cortas.

Ya ahí, nos topamos con un fenómeno de las telecomunicaciones de los que básicamente sólo pasan en el TEC (y en algunos de esos lugares en donde los celulares sobran): las conexiones Bluetooth. Originalmente la idea surge cuando comiendo tacos árabes (lo más original en una feria de la hamburguesa) me llega un mensaje de conexión vía Bluetooth con algo así como: ¿Desea conectarse con Mis huevos son...?.

Obvio, después de la cara de What?, la carcajada del absurdo y demás, decidimos checar que dispositivos Bluetooth activos teníamos cerca y hacer supuestos de cuantos íbamos a encontrar alrededor nuestro conforme nos dábamos la vuelta en la feria.

Producto de esta descabellada idea son estas fotos, que acabamos enviando a los Bluetooth que nos parecieron más interesantes:

Hi, Hi!
© aislingSgrios

Hola, Hola!
© aislingSgrios



Después de comer y satisfecho un rato de sano ocio, fué cosa de matar tiempo a pedradas en lo que llegaba el ilustre muchacho que había tenido la buena idea de invitarnos (y a cuyos planes en cuanto a tiempo nos adelantamos). Como avisó que no llegaba pronto, decidimos irnos al camión de Wella a pintarnos el cabello, así tal cual.

Así que en lo que esperábamos turno y de paso escogíamos el color con el que nos pintarían las ideas además del cuero cabelludo, aproveché para tomar fotos del antes y despu'es (también tomé fotos del durante, pero obviamente los muy osos se quedan en personales). He aquí, "both of us":

Aniushka
© aislingSgrios

aislingSgrios
© aislingSgrios

Ñoñator & NerdWoman
© aislingSgrios



Con mi suerte, obviamente mientras yo traía la cabeza y las orejas moradas con el tinte, me llegó un simpatiquísimo mensaje de "Ya llegamos. Onde estan?"* y yo sólo fruncí la boca, voltee al techo y le dije a Ana, a quien ya hasta le habían peinado el cabello medio seco (lease, ya estaba semilista), a ver si ella podía salir a ver donde estaban y que se adelantaran a comer, porque a mi no me soltaban antes de 30 minutos.

Ella fué y vino, diciendo que HABIAN decidido esperarme. En ese momento, el hamster dió la vuelta en la rueda... ¿Cómo que ya llegamos y como que HABIAN? Eso me suena a manada... Pues no manada, pero si par de dos:

El dueto mantequilla
© aislingSgrios



*Nota: Tengo mejores fotos de ellos dos, pero uno me zapea si las publico y el otro.... no se.


Con mi suerte, esta de más decir que yo tenía hasta las cejas llenas de tinte, así que le tocó a Ana salir a decirles que yo iba para largo y que mejor se adelantaran a comer. Decidieron a esperarme, así que mientras yo miraba el techo aguantándome jalones (porque nos cambiaron a nuestros amables gays estilistas por una monita que tenía más prisa que actitud de servicio) ellos paseaban de arriba y Ana sufría con recomendarle a la Paris Hilton mexicana de su ex-escuela un color nuevo con que teñirse las ideas (o el eco que tenía en la cabeza).

Bien, salimos, saludamos y fuimos a comer. Y como era de esperarse, la fila que nosotras habíamos hecho de 10 minutos se había vuelto de horas, literalmente. Una hora en la caja para pagar y la segunda hora formado para que te entregaran tu comida. Me imagino que por eso nadie va solo a esos eventos, para poder formar a cada uno en diferentes filas y no estar 2 o más horas torciéndote de hambre.

Claro, mientras estábamos en la fila, Ana vió a excompañeritos suyos del TEC y pues hubo miraditas incómodas. Luego se fué a platicar con varios de sus amigos y finalmente regresó a decirme que ya se iba. Y después del rato que hicimos esperar a los otros dos, ni modo que me volteara con un "Ahi se ven" y nos largáramos. Ana TENÍA que irse, porque sus papás se iba a Cuernavaca y primero locos y confesos que dejarla sola en su casa. Dios guarde la hora en que eso pase y Ana pueda hacer una fiesta salvaje (si como no, probablemente se duerma todo el día o salga a pasear).

Y heme ahí, abandonada con un par de dos que hablaban de cosas que sólo ellos entendían.... y de paso pisoteban mis aspiraciones guajiras de volverme psicóloga. ¿Porque la gente cree que estoy loca? Sólo soy un poquito incomprendida, pero en el fondo soy pachoncita y apapachable.... cuando ando de ánimo.

Al fin, después de poco más de una hora en la fila, la comida. Y es un clásico. Casi, casi volteas triunfal a tu alrededor, con tu superkit de comida, para toparte con que el lugar esta francamente atascado y a menos que hayas aprendido a levitar sentado en alguna vida anterior, no hay como aposentar tu trasero para comer. Yo ya había omido, así que me daba igual y creo que se engentaron tan rápido como yo, así que para comer, nos volvimos insociables y huimos al coche de Gustavo.

Después de un rato de munch-munch-bla-bla-bla de pronto viene el imnominioso anuncio: había que esperar por un cierto alguien.

Traducción: O salía por patas o probablemente me iban a hacer ver involuntariamente de mi parte a un cierto individuo que no es para nada santo de mi devoción, ni yo de la suya. En fechas recientes, sospecho que tenemos más en común de lo que ninguna de las dos admitiría bajo tortura, pero a veces también tengo ideas descabelladas.

Claro que no tanto como el sentido común de un hombre, que tiene de sensato lo que un elefante de ligero. Cualquier mujer sabe que situaciones es cómodo y práctico de evitar, pero los hombres parecen felices de lanzarse al vacio emocional y racional que es hacer las cosas sin pensarlas dos veces, ya no digamos las consecuencias.

Desafortunadamente, me la estaba pasando demasiado bien como para salir con patas y cuando menos lo esperaba tuve que saludara la susodicha, aunque si ella no se me hubiera acercado, francamente sacaba a relucir lo poco de grosera que tengo y ni la volteo a ver. Aclaro nuevamente, no me cae bien pero tampoco me cae mal...mucho. Sólo me desagrada lidiar con ella aunque en general me es indiferente ya su hipocresía.

El caso es que por ya demasiado obvias razones, aquellos dos jalaron por su lado y Gustavo y yo jalamos por el nuestro.

Estuvimos platicando de todo un poco, hasta que llegamos a una cancha deportiva e invariablemente la conversación se fué al basketball. Otro rato de más conversaciones y aquellos dos llegaron a despedirse (y a pedir las llaves del coche para sacar su mochilas) Y nuevamente me cayó el veinte de un millón de cosas más. Digo, esto de quitarse velos de los ojos nunca deja de ser esclarecedor, ligeramente sorpresivo y a veces, un poquito desagradable. No fué la excepción.

De cualquier modo, ya se hacía tarde y por una u otra razón YA tenía que irma yo también. Digo, no vivo a la vuelta del TEC como algunos y tengo propensión a los accidentes, así que yo, la ciudad de mMéxico de noche y la inseguridad pública, somos una pésima combinación.

Así que Gustavo me hizo el enorme favor de traerme a mi casa, después de enseñarme su enoooooorme dotación de Twinkis, como para bombardear cualquier primaria y dejar muchas bajas en los niños flacos del lugar. Era enorme, mucho, mucho, mucho y ni me quiero imaginar lo que es comerse esa cantidad de comida chatarra, mucho menos, que hacer con ella. De por si, a mi no me gustan esos pastelitos de relleno cremosito.

Ya en mi casa, platicamos un rato y salí con regalo: una hermosa lata de cerveza Guiness, la cual, será consumida en alguna ocasión especial o borrachera de buró. Tengo una enorme capacidad de guardar cosas por siglos, prueba de ello es mi licor de zarzamora que ya esta más añejado que mi abuelita, mi botellita de la primera Fanta de fresa que he tenido en la vida, que sospecho esta a punto de aprender a decir mamá, mis envolturas de Magnum por una apuesta que ya no sé si me interesa ganar por algo más que ganarla, etc...

He aquí la dichosa feria:
La fabulosa feria
© aislingSgrioss



+Turning in circles, confusion is nothing new+


P.D. Y esta es la 6a vez que escribo todo este maldito post. Juro que esta malditoooooo. Y como la verdad, me molesta mucho tener que reescribir algo tan largo, varias veces, me atrasa terriblemente en actualizar mi pobrecito blog, pero creo que ya entraré en orden.

P.D.2. Las fotos tienen sorpresa en el rollover. Estaba ociosa, después de tantas repeticiones.

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