:: a f t e r m a r k ::

Listening: Kane - Before You Let Me Go (6:07)
Mood: Breaking down happily

Bien, en general, mi fin de semana fué nefastito.

No del todo, el sábado Aniushka cayó en casa, se supone que para ayudarme con mis asquerosiencuestas, necesarias pero inútiles para mi trabajo de mercadotecnia. Y cuando llegó, con una bolsa de papas y dos cervezas Budweiser (no halló Guiness, nuestra más reciente fascinación) sólo nos pusimos a hablar de nuestras 'andanzas' sin hacer nada de las encuestas. Bien, ya será para la otra.

El domingo cayó en calidad de 'x', ya que no hice nada que Dios y mi madre consideraran productivo (aunque el domingo es día de descanso) y ya entrada la tarde, mientras me picaba los ojos porque mis programas, juegos incluidos, estaban de lo más incoperativos, llegó una amiga de mi hermano.

Quien sabe porque, después de un rato, me fuí a platicar con ellos, y aunque agradable, pude haber aprovechado ese rato para dormirme, que lo mismo me daba.

El lunes... ¡fué atroz!

Para empezar, a pesar de mis ocios y pendientes, quedé con un amigo de mi hermano para verlo. Quiere que le haga su página web, presencia en la red y de paso, arregle todo el rollo de servidor, upload y demás. Trabajo es trabajo, el problema es que aunque el amigo en cuestión me simpatiza, es muy esclavista y regatea el precio de todo, incluidos mis servicios. Negocios...

Jurando que sería temprano y podría huir pronto, a las 12 de la mañana ya estaba puestísima para irlo a ver... hasta que mi hermano me dijo que eso era hasta las 6 pm. Traté de dormir, o jugar o avanzar pendientes y nada. Así que regresé al cuarto de mi hermano a apoltronarme y platicar, hasta que llegó Rodrigo, momento en el cual, mi mamá me llamó aparte y después del choro mareador, me anexó a los planes de mi hermano y Rodrigo en calidad de "vas porque vas, y no te ando preguntando". Esto de ser apoyo, como que no me sale bien, si es forzado.

Así que vamos los cuatro a que Otto y Rodrigo sacaran sus credenciales del gimnasio, mientras que Jaz y yo ibamos de compañía. Bueno, yo era más bien agregado cultural porque ni sabía a donde íbamos, con quién o a que. Después de un rato, cero pele, aparte de sentirme bien ignorada, empecé a perder rápidamente la paciencia.

Acabé por contarme chistes sola, y burlarme de mi misma, por dejar que me pusieran en semejante situación, en medio de una ex pareja con broncas, y mi hermano completamente ignorante de la tormenta que traíamos encima. Hambre y aburrimiento, en lo que el individuo al que íbamos a ver llegaba, pasamos al Superama. Y yo que me tomé mis copitas el jueves y estaba otra vez con un humor de perros, compré 2 guiness y un Boones de fresa, con toda la intención de desquitar mi genio, a solas en mi cuarto.

Por fin llegó el individuo, hizo el trámite de las tarjetas realmente rápido... y se perdió media hora con Jaz en una de las oficinas, mientras yo me picaba los ojos, uno apretaba la mandibula por reprimir el coraje y el otro trataba de calmar la situación.

And I should have tried just to talk about it,
Waiting, ending.
I should have tried just to let you know,
That I'm still here.

¿Ir al círculo (grupo literario de mi hermano los lunes) en semejante circunstancia? Ni loca que estuviera. Si en ese rato, picarme los ojos era una de las mejores cosas por hacer, ni quería verme entre una bola de aspirantes al arte de escribir, cuando yo soy artista gráfica... "Lindo poema... ¿quieren ver mis dibujios?"... aparte de que mi madre me enviaba en calidad de 'plan de contingencia B, por si estalla la bomba'. Y con lo que me pone mal ser el paquete de poner celosa a la ex, para echarle la mano al amigo... sobre todo, en mi actual estado, menos se me daba la gana prestarme a ello.

Finalmente me convenció Rodrigo, con la frase de "me gustaría que fueras" y yo, como casi no tengo capacidad de decir que no, y me sobra la habilidad de ponerme en situaciones complicadas, le dije que si. Tremendo y colosal error, porque no sé que esperaba mi madre de que yo los acompañara, pero sospecho que nada que ver con lo que estaba pasando.

De regreso a la casa, dos incidentes me pusieron fúrica energúmena y opté por llegar directo a mi cuarto y brindar con la Guiness por mi estupidez de no salir corriendo para el otro lado, en lugar de quedarme a ver como me partian en pedacitos. Ya por fin, dije, llevo algo que haya escrito, voy, me hago pendeja un rato y a la goma. Cumplo con el requisito y todos contentos, excepto yo. Imprimí :: a n s u z ::, lo guardé con las encuestas junto con la promesa de que me ayudarían a hacerlas en el círculo y bajé para irnos.

Camino allá no tenía particular interés de hablar con ninguno de los otros tres, pero tampoco estaba de humor de realmente facilitar las cosas, así que puse mi mejor cara, me senté en el asiento trasero, disponiendo discretamente como se sentarían los demás y le recomendé un libro a Jaz: "El Manual de la Perfecta Cabrona" *shudder*

Generalmente recomiendo a muchísimas mujeres leer ese libro, y para quienes no lo hayan leído, no se trata de una guía ilustrada para hacer miserables a los demás, sino como no dejar que los demás te hagan miserable a ti. Parte de la premisa de "sólo te llaman cabrona cuando eres exitosa" o algo así y es bastante acertado en sus consejos y conclusiones acerca de la lindura tóxica y la cabrona interior. Es ir al "no te dejes" y llega a la monumental y siempre útil frase del "Yo creo que no" que admito usar con entusiasmo.

Y a pesar de ser una lectura recomendable por su temática, quienes se animan a leerlo es porque se identifican con la cabrona ojete y medio desgraciada que hace y deshace a voluntad, y no con la cabrona como una mujer de firmes convicciones, fuerte caracter y ningún maldito ánimo de aguantar las pendejadas de los demás por mero deporte. No fué la excepción.

Tras la conversación superficial al respecto (si le digo que lo lea no es para contárselo yo en 15 minutos de coche), otro rato de sitcoms gringos como Will & Grace, Ally McBeal, y demás y la obvia mención de mi himno particular, que estuve cantando a voz de cuello mientras imprimía, Meredith Brooks - Bitch, dejamos a Jaz camino a su casa (y yo comencé a preguntarme, ahora a que rayos iba al pinche círculo) y nos seguimos a casa de Juan Carlos, el amigo de mi hermano que quiere su página web.

Admito que el hombre tiene las mejores intenciones, es terriblemente emprendedor y lo que le falta de diplomacia lo compensa con un descaro encantador. Así que cuando llegamos, ni esperé a que se bajaran los otros dos del coche y crucé la calle para saludarlo. Además, el condenado es guapo y lo sabe. Obvio, la sorpresa me la llevé yo cuando me da un vistazo y me dice "Que te hiciste pinche Isa que te ves muy guapa hoy". El habla así, y tomando en cuenta que es un neurótico sin problemas de decirles sus verdades en la cara a la gente, y aparte, entre que le vale y lo disfruta, no pude evitar sonreirle y decir "Juan Carlos, así hasta gusto da verte. ¿Sabes hace cuanto que no me decian que soy guapa?" ...mentira piadosa, que al medio día Jaz me lo había dicho, pero por alguna 'extraña' razón desconfio de los piropos de otras mujeres que no son mis amigas.

Subimos, platicamos otro rato y nos tomamos los dos otra Guiness, por lo viejos tiempos, los negocios y ¿porque no?, los desgraciados pendejos que nunca faltan, es más, hasta abundan. Quedamos en que haríamos, de trabajo y pago y como se hacia tarde, nos despedimos de Carlitos, Juan Carlos y su hermano. El círculo, quedaba a la vuelta de la cuadra y entendí porque mi hermano regularmente pasaba a ver a Juan Carlos y de ahí al circulo.

De camino, nos detuvimos en una tienda a que mi hermano repusiera la dotación de cigarros y socializar con sus ahí conocidos, y a mi que me 'encantan' los silencios incómodos, contemplé seriamente la idea de pretender que estaba dormida cuando Rodrigo me pregunto la impresión que tenía de Jaz. Ah, crecer entre gente educada le deja a uno muchas trabas para ser brutalmente sincero, y eso de las sutilezas no le quedan claro a la mayoría de los hombre, así que acabé aplaudiendo con sorna.

-"¿Qué quiere decir eso" me pregunta Rodrigo tras mi salva de aplausos.
-"Interprétalo como quieras." fué mi respuesta.
-"A mi me gusta que la gente sea sincera" me dice él, asumo que con la esperanza de que se lo explicara.
-"A mi también. Y me gustan más cuando me dicen las cosas, porque los sinceros callados la tienen bien fácil..."

A eso ni que contestarme y se quedó callado. Suspiro. Bueno, ya opinaste ahora explícate mujer. Y eso hice:

-"Que es muy padre estar enamorado. Que estar enamorado y no ser correspondido, es malo Y que es nefasto, estar enamorado y que te hagan daño."
-"¿Y cómo sabes que....? empezó a decir Rodrigo cuando subió Otto de nuevo al coche, y me ahorró una complicada explicación de sutilezas y detalles que no tenía ánimo alguno de disertar. Y reanudamos el camino hacia el círculo.

Al llegar, yo no traía ganas de mi vasito de leche y galletitas, así que le pregunté a Samia que tenía de beber. Total, con fabulosos Cheetos, cacahuates y 'chupirul' como lo llama mi hermano, me apoltroné en el extremo de la pequeña salita y me preparé mentalmente para lo que venía: ronda tras ronda del compartir literario, propio y ajeno de aquellos autores, los conocidos publicados y los ahi presentes.

Imaginé que eran una bola de 'culturosos' como los llama luego el Chango en su blog, con aire medio bohemio. Casi, casi, esperaba a que sacaran su tambor y leyeran entre golpecitos armónicos y frases inconexas emulando a la poesía estridentista. Bueno, no hubo tambor, y el estridentismo no alcanzó a materializarse, pero no estuvo tan mal, por lo menos en lo que a mi respecta. Ya cuando me toca turno, leo un poco nerviosa lo que llevaba (que no es tan divertido analizar a otros a traves de sus ecritos que darles la oportunidad de hacer lo mismo conmigo) y bien... la opinión general fué buena. Por motivos de ego supercrecido, omitiré detallarla.

Ya casi al final, mi hermano recuerda el motivo de que yo fuera: mis mentadas encuestas. Ya las sueño.... prendiéndoles fuego y observando cómo se consumen. Las odio nada más de verlas. Y Samia y Otto me ayudan con unas cuantas, porque Rodrigo se había ido a otro lado a platicar. Empiezo a ver el techo, en busca de algo entretenido en lo que nos íbamos. Por fin, hora de emprender la graciosa huida, me siento de nuevo atrás en el coche y cierro los ojos. Es fascinante escuchar a la gente que piensa que estas dormida, pero después de un rato si empecé a desear estarlo realmente.

Llegamos a casa pasadas las 2 am y ya estab mirando mi cama con ojos de amorosa contemplación cuando entra mi hermano a avisarme que en su cuarto se metió un alacran. Quiero dormir, y no me dejan. Estoy baja de ánimo, con unas ganas tremendas de sacarme el corazón y clavarlo en la pared como souvenir, pero a las 3 am, dar martillazos en la pared no es buena idea, más cuando despotrico acerca del ser humano y sus destrucciones morales, mentales, físicas y sobre todo, emocionales. Que se acabe el mundo pronto, que tengo ganas de ver llover fuego.

But we waste it every time,
Now my heart is on the line,
Until we see oursleves no more.
When we're closing every door,
It's so much harder than before,
So much harder than before.
So before you let me go.
But we wast it every time,
Now my heart is on the line,
And now we bruise with every step.
When we're closing every door.
Can we make it easier.
Some time?
Some time...

+Drama queen indisposed+