:: t o . t h e . o u t s i d e ::

Listening: Psapp - Cosy In The Rocket - Gray's Anatomy Soundtrack - (4:28)
Mood: Joyful

Hoy tuve la feliz idea de empezar una nueva y singular costumbre: invitarme una cerveza en el Celtic Irish Pub de Plaza Loreto, tenga o no tenga compañía, por lo menos un viernes al mes.

Decidí empezar esta costumbre, en parte por el mero gusto de hacerlo y en parte porque mis planes para la tarde-noche se fueron cayendo por partes. Así que saliendo como de costumbre, tarde de trabajar, me encaminé al mencionado bar irlandés, llegando a la hora pico de las 9.

Primera anotación al margen: llegar más temprano, de preferencia, antes de las 7 pm.

El lugar estaba agradablemente atestado, lo cual significó que para escoger en donde "acomodarme" para darme mi gustito, primero tenía que resignarme a estar de pie y segundo, sólo podía quedarme con la barra, en uno de los peores lugares, frente a la puerta de servicio a la cocina... o algo así.

Bueno, estaba ahí por mi maldita gana de estar ahí y no iba a quejarme de mis opciones.

So, me fuí a parar en la barra, pedí una Guiness (ah como me gusta esa cerveza!) y me puse a ver un poco la TV. Hice el último e infructuoso intento de hablar con un amigo a ver si me hacía compañía y me dí por margarita para el resto de la noche (plantada).

En un cacho, cuando realmente no tienes con quien platicar, o bebes, o hablas sola o... empiezas a cantar las canciones de fondo. Y como no quería salir zigzageando a mi casa, parecer más loca de lo que realmente estoy y sin ánimos de tomarme una sola cerveza y a mi casa, pues opté por la última opción. Para cuestiones de destino, la canción que pusieron cuando decidí hacer precisamente eso fué Bitch de Meredith Brooks (que a cortesía de un amigo, tomo como himno personal).

Terminadita mi segunda cerveza, decidí que ya era buena hora de emprender graciosa huida, una vez pagada mi cuenta. Pensamiento absurdo para mi misma: sería vaciadísimo que no me aceptaran la tarjeta, por que no traigo efectivo y nunca se sabe... o que de plano la firma me salga con las patas... o algo así. Obvio, me burlé de mi misma nada más de imaginarme en esa situación, porque de verdad que yo ya no manejo efectivo.

Tiempo de la nota al margen número dos: traer efectivo, porque los taxis no aceptan tarjeta... aún.

Bien, lo curioso de mi nota al margen número dos fué que me estaban leyendo por encima del hombro mientras la escribía en el celular... y apenas llevaba "Traer efectivo..." cuando oigo una voz masculina a la derecha y hacia arriba de mi (mido 1.565, casi cualquiera es "arriba") con inconfundible acento no-mexicano, diciéndome algo así como "Para que necesitás más efectivo" o algo parecido.

Mi primera reacción, sorpresa. Cómo que nunca me esperaba eso, en los días de mi vida, obvio, casi salto. Las reacciones de ahí siguieron en un ameno caos: mortificación, sensación incontenible de absurdo, risa sincera, risa nerviosa, sorpresa de nuevo, etc...

Después de racha de estados de la materia en cuestiones de ánimo, pues me volteé a ver quien me había dicho eso y por supuesto fué tentar a la torticolis. (Por una parte adoro ser bajita, pero por otro lado, no es del todo encantador voltear hacia arriba demasiado rato).

Para hacer de un cuento largo, una historia corta, conocí a Fabian y a Arturo esta noche. Estaban en el sano ocio de salir a pasear y dieron con ese bar, igual que yo, un viernes en la tarde-noche. Ninguno es oriundo de México, ambos son producto extranjero, uno argentino y el otro venezolano. Arturo tiene mi teléfono, yo tengo el suyo y quedamos de vernos al día siguiente, junto con Fabían, si consigo que Ana sacrifique su tarde de sábado por la noche para salir de dos en dos. Nunca sé que planes tenga ella y quien soy yo para imponerle los mios? Meredith no lo hace con Izzie, y de ahí saqué yo la idea.

¿Y saben una cosa?

Estoy satisfechamente feliz. Fué un buen viernes por la noche fuera de mi casa...

Gracias ABC.

© aislingSgrios

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